GLOBAL INTELIGENCIA

ROMMEL TRUJILLO CONDEZO 24.11.2022
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Tecnología. Trabajadores de Google se niegan a trabajar para el Pentágono
Un proyecto de colaboración de Google para armar con “inteligencia artificial” a los drones militares de EEUU, fue rechazado por sus trabajadores.

Un contrato con el Departamento de Defensa desató la ira de los trabajadores de Google. Más de 3000 empleados firmaron un petitorio solicitando a la empresa finalizar el proyecto de colaboración con el Pentágono y con todo desarrollo de tecnología de guerra.

El proyecto Maven, se proponía dotar a los drones militares con tecnología de inteligencia artíficial para el reconocimiento avanzado de imágenes y personas. La noticia fue dada a conocer por el sitio Gizmodo junto como el malestar por parte de los trabajadores de Google, y también publicada en un reciente artículo por el New York Times.

Con la renovada política militarista de EEUU en la era "Trump", en el marco de un gobierno débil e inestable, que pone el acento en el desarrollo del armamento convencional para guerras entre Estados, Google está apostando a una carrera armamentista con la introducción de inteligencia artíficial (IA) y armas autónomas en la industria militar.

Interconexión e inteligencia artificial
Por su bajo costo y las posibilidades que se abren, el crecimiento de la llamada Internet de las cosas (por sus siglas en inglés IoT), anticipa la tendencia a interconectar y dar cierta "inteligencia" a todo tipo de dispositivos, como autos, artículos hogareños, etc.

Esto se suma a la posibilidad de procesar rápidamente cada vez mayores volúmenes de datos y el desarrollo de distintas tecnologías de inteligencia artíficial (IA), que en un sentido amplio, permiten cierto "aprendizaje" y mejoras en las respuestas e interacciones de aplicaciones y robots con los seres humanos. De esta manera se avanza en el desarrollo de distintos formas de asistencia avanzada para todo tipo de actividades. A su vez, la misma tendencia se desarrolla en la industria militar aplicado a drones, robots, armas autónomas y todo tipo de armamento convencional.

En Estados Unidos desde hace tiempo existen drones de la policía, que hasta ahora sólo podían estar armados con gas lacrimógeno y balas de goma, pero recientemente un proyecto aprobado en Connecticut habilita también el armamento letal para los drones policiales.

Google y su alineamiento con la política del Estado norteamericano
En el mundo de la tecnología, uno de los principales portavoces de esta política es Eric Schmidt, ex-presidente de Google que estuvo recientemente a cargo del proyecto de IA Alphabet en dicha empresa. El mismo ejecutivo de Google, había sido denunciado por Julian Assange, en su libro “Cuando Google encontró a WikiLeaks”, en donde el autor explica la profunda relación con el Estado norteamericano y su aparato militar, que se esconde detrás de una de las empresas de tecnología más importantes del mundo.

Fue el mismo Eric Schmidt, quien entrevistara en persona a Julian Assange en el año 2011, por entonces bajo arresto domiciliario cerca de Londres, un año antes de que tuviera que refugiarse en la embajada de Ecuador de dicha ciudad, en donde permanece hasta la fecha. Desde el pasado 28 de marzo, Julian Assange se encuentra además incomunicado por parte del gobierno ecuatoriano, por defender en Twitter el derecho de autodeterminación del pueblo catalán.

Las denuncias a los drones y al armamento autónomo
La introducción de tecnología de IA para el desarrollo de armamentos autónomos viene siendo uno de los temas denunciados por científicos e intelectuales en todo el mundo desde hace varios años. Uno de ellos fue nada menos que Stephen Hawking, que denunciaba que "el desarrollo de una inteligencia totalmente artificial podría significar el fin de la raza humana", aunque no muchos comprendían la implicancia de sus afirmaciones.

En una de las entrevistas que daba Stephen Hawking a estudiantes, dejaba en claro que el peligro no estaba en la "rebelión" de las máquinas contra los hombres, ni en las posibilidades de la inteligencia articifial al estilo "Terminator" a modo de película de ciencia ficción, sino que el peligro residía en los que la controlan.

Es por eso que desde fines de 2014, el mismo Stephen Hawking, venía siendo uno de los impulsores de la campaña solicitando la prohibición de las armas autónomas junto a Elon Musk, Noam Chomsky, entre otros.

Esta campaña fue atacada por el mismo Eric Schmid de Google quien además de ridiculizar el planteo, intentó cuestionar la autoridad de Elon Musk y del mismo Stephen Hawking, afirmando que “aunque Hawking y Musk son mentes brillantes, ninguno de ellos es un científico de la computación. Hawking es físico y Musk es ingeniero”, como si no supieran de que estaban hablando.

Seguramente muchos de los jóvenes trabajadores y especialistas de Google han sido inspirados por Stephen Hawking y rechazan la política abiertamente militarista del gobierno de Trump, a la que dicha empresa busca adecuarse de alguna manera, con roces y contradicciones. Una relación tan estrecha con la industria militar seguramente impacta en sus empleados, ya que es una empresa que busca mantener una imagen de ciencia y desarrollo tecnológico positivo, bajo su lema "Don’t be evil" (no seas malvado).

Cada día queda más en evidencia, que la incipiente carrera armamentista que viene llevando adelante EEUU así como otras potencias como China y Rusia, con el potencial científico y tecnológico del siglo XXI, son realmente un peligro real y abren la posibilidad de un futuro de barbarie para el mundo entero.

El potencial de destrucción y opresión que encierran los desarrollos tecnológicos, encierran también un potencial igualmente emancipador. Lejos de ser una película, sin duda la tecnología tendrá una importancia central en las guerras y las revoluciones reales de un futuro no tan lejano. Pero lo que no suelen mostrar las películas de ciencia ficción, es que detrás de la tecnología están los trabajadores que la desarrollan, las industrias que la producen y los servicios que permiten su funcionamiento. Son los que tienen el poder de paralizar el aparato militar de las potencias, los que pueden no sólo evitar las guerras, sino los que tienen el poder de volver estas armas contra sus dueños, los capitalistas y sus estados.

George Engel, uno de los "Mártires de Chicago" por los cuales se conmemora el día internacional de los trabajadores, hace más de 130 años decía lo siguiente:
“¿En qué consiste mi crimen? En que he trabajado por el establecimiento de un sistema social donde sea imposible que mientras unos amontonan millones otros caen en la degradación y la miseria. Así como el agua y el aire son libres para todos, así la tierra y las invenciones de los hombres de ciencia deben ser utilizadas en beneficio de todos. Vuestras leyes están en oposición con las de la naturaleza, y mediante ellas robáis a las masas el derecho a la vida, la libertad, el bienestar”. ¡Qué actualidad tienen sus palabras!

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